Mas que verte, quisiera tenerte,
sentir tu piel junto a la mía,
que tus labios muerdan los míos
y tu saliva se diluya en el torrente de la mía.
Que seas mi cómplice, mi noche y mi día,
que merodees mi impaciencia y satisfagas
con alas del viento, tu tacto, y armonía,
la necesidad que tengo de ti, mi amada
para atizar mis brasas con el viento de tus alas.
No alejes de mi tu presencia tan necesaria;
porque si el amor brota del roce de dos cuerpos
como el fuego de un fósforo y paja,
pensemos que los dos juntos podremos
hacer del amor llama, solo con una mirada.
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