Eres mi verso lleno de alegría,
así como también el sueño que no quiero despertar,
tu me haces olvidar la melancolía,
para solamente a ti imaginar.
Cuando un sueño invade mi mente,
se que a pesar que mi miedo me aparta,
pienso en ti incesantemente,
como el verso convertido en carta.
Me arrancaste una sonrisa hoy,
me interpretaste un sueño con la magia de tu amor,
haciéndome entender el porque yo a ti no voy,
apagando la duda de mi clamor.
Siento desde lo lejos tu protección,
como la magia de una deidad de mi mente ilusa,
quedándome perplejo sin acción,
en razón a que eres tu mi hermosa musa.
Los días pasan como las nubes en el cielo,
así como los pensamientos efímeros en la mente fría,
pero tu te has convertido en un anhelo,
prospecto de una sincera alegría.
Sueño profundo que no quiero muchas veces despertar,
como la mañana radiante de verano,
en la cual no me se como comportar,
frente a la dulzura de un corazón hermano.
Hoy que la mañana ya pasó,
queda la huella de tus palabras de sabia dulzura,
que mas allá de mi corazón traspasó,
invadiéndolo de amor y ternura.
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