Desborda locas pasiones
la flor que luce tan viva;
cerrada en áridos hombres,
florida entre los artistas,
grita un tremendo mensaje:
¡Exprime la corta vida!
Verdad que quema en las manos,
tiránica y abrasiva.
Pues hay quien no la disfruta,
y sufre gran agonía
congelada en esa aguja
que gira loca y aflicta.
Corren relojes de arena
de un color aguamarina,
fiel reflejo de un cobarde
sin su juventud bendita.
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