Las sirenas





Las sirenas detentaban una voz de inmensa dulzura y musicalidad y se prodigaban en cantos cada vez que un barco se les acercaba, por lo que los marineros, encantados por sus sonidos, cuando no podían huir de ellas se arrojaban al mar para oírlas mejor pereciendo irremediablemente. Sin embargo, si un hombre era capaz de oírlas sin sentirse atraído por ellas una de las sirenas debería morir.



Tanto la idea de un amor ideal pero fatal, como de la de una belleza femenina inalcanzable forman parte inherente de su leyenda, y a este respecto existen paralelismos entre las historias que se cuentas de ellas y las que aparecen en la mitología clásica.


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