Mientras te quejas de que el vestido no te entra…
Mientras maldices al coche de enfrente…
Mientras frunces el ceño
por algo que no te salió bien...
Un niño sonríe por el vuelo de una mariposa
cerca de su ventana en su cuarto de hospital.
¿Realmente tenemos llegar a los extremos
para empezar a valorar nuestra existencia
y la reflexión de la felicidad?
Disfruta cada segundo,
y valora lo que tienes,
no te pierdas en anhelos y deseos.
Buenos días!!
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