A horcajadas de un sueño, viajo la ilusión,
dulce soñadora, sin caparazón,
sin dudas recelosas, por el viento voló,
cerro los sentidos, a la voz de la razón,
en sus oídos sonaba, Ella fitzgerald,
y su sentimental mood, ilusa de certezas
entre luceros se dibujo, alimentada de magnolias
con Neruda por corazón.
Rucia criatura, boca de almidón,
en su desvarió, mendacidad bebió
novel pequeña y serrana ilusoria,
cruda fue su impresión,
al llegar a su motivo,
por destinatario encontró,
un viejo y cansado, sauce llorón.
Dicen, que por cobarde, dejo escapar el amor
y hoy expresa su pena, en gotas color marrón;
de ramas caídas,
con torpe corazón,
pobre sauce sin estrellas,
culpando al tiempo de su situación,
la estupidez lo apresa,
sin dejarle dar o ver el amor,
sin cuestionarse siquiera, que hizo, o en que fallo.
Culpa al jazz,
Ilusión, culpa a Ella, o al corazón,
pero no culpes a la vida, que la puerta te abrió
a veces se gana, otras no,
quizá lo que valga,
es la valiente intención...
Dulces sueños!!
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