En Oriente vive la planta del bambú. Esta planta, durante sus primeros SIETE años de vida crece hacia abajo, haciendo expandir sus raíces hasta lo más profundo de la tierra.
Sin embargo, una vez transcurridos estos siete años, es el árbol cuyo crecimiento es el más rápido de todas las especies. Dicen que si te quedas quieto mirándolo, puedes verlo crecer, y no es de extrañar, pues crece hasta 32 metros por mes.
¿De dónde obtiene su fuerza este magnífico árbol?
De los siete años trabajando en la raíces,
en su interior, profundizando más y más,
lo que le permite que ninguna fuerza externa
lo derriben jamás.
También las personas si profundizamos,
en la parte más intrínseca,
encontramos principios, valores y creencias;
y estas “piezas”, son lo que constituyen
la verdadera riqueza de cada ser humano,
nuestros recursos más valiosos y permanentes
y la verdadera fuerza y motivación,
que facilita la responsabilidad personal,
la libertad de elección
y la toma de decisiones conscientes,
hacia la construcción de una vida de significado,
de valor, de alegría y de pasión por vivir.
Pero para disfrutar de esta riqueza, también deberemos dedicar, como el bambú, el tiempo suficiente para labrar, pulir, abrillantar, y por fin, permitir brillar, iluminar, enaltecer.
Crece como el bambú, hazlo desde el interior,
y nada te podrá doblegar!!
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