El cielo y yo quedamos frente a frente
y era como un tropel de mariposas
persiguiendo una fuga de titanes
las nubes milagrosas del Poniente .
En el fondo de púrpura candente ,
los forzados y altivos ademanes
erguíase en coléricos afanes
y vaguedad de sueño . . . De repente
se iluminó de sol el friso oscuro ,
y el oro interno , sideral y puro ,
rompió en deslumbramientos de escarlata ,
resplandeció con palidez la luna ,
y lentamente se deshizo en una
apacible visión de ópalo y plata .
Buenas noches mis dulces niñ@s!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario